LA JAULA PARA BEBÉS: UNA INVENCIÓN DE ANTAÑO

En el sistema de patentes, los derechos exclusivos sólo se conceden a las invenciones nuevas y que implican actividad inventiva. Ello garantiza que, en ocasiones, las invenciones protegidas por las patentes sean extremadamente curiosas.

Sin embargo, la invención objeto de la siguiente patente resulta extremadamente sorprendente, incluso teniendo en cuenta la originalidad que exigen las patentes, sobre todo si se contempla descontextualizada de su época.

La patente es la US1448235, cuya solicitud se presentó el 19 de julio de 1922. La solicitante e inventora era Emma Read, del estado de Washington (EE.UU.). La invención es una “jaula” que se suspende de la pared exterior de un edificio adyacente a una ventana y en la cual se introduce a un bebé. El bebé recibe aire fresco a través de los barrotes y el bebé disfruta de suficiente espacio para jugar. Asimismo, si se desea, se puede introducir ropa de cama para que el bebé se eche una siesta.

La invención puede resultar muy sorprendente, pero es preciso conocer el contexto, la situación en las ciudades del primer cuarto del siglo XX. En aquellos años, la tuberculosis estaba muy extendida y los padres tenían mucho temor de que sus hijos contrajeran la enfermedad, por ello era común que algunas escuelas tuvieran clases al aire libre. Los médicos insistían en la necesidad de que los bebes estuvieran expuestos al aire fresco y ello era especialmente complicado en las grandes ciudades como Nueva York y Londres, donde la utilización de estas jaulas se popularizó en la década de los 30. El comienzo de la segunda guerra mundial y la “blitz” sobre Londres puso fin a esa práctica.

La siguiente noticia publicada en 1913 en el Richmond Times muestra que la invención patentada es en realidad un perfeccionamiento de dispositivos ya conocidos con anterioridad.

Fuente: Richmond Times (14/09/1913)

Aunque la invención nos pueda parecer sorprendente a los españoles, probablemente no lo sea tanto para los escandinavos. En Escandinavia y también en Finlandia, sigue siendo común dejar que los bebés duerman siestas en el exterior, en cunas y en carritos de bebé, independientemente de la temperatura exterior. Ello tiene su origen en la creencia de que el aire fresco y la naturaleza juegan un papel muy relevante en el desarrollo de los niños.

Las primeras décadas del siglo XX también fueron testigo de otras invenciones relacionadas con los bebés y sorprendentes cuando se contemplan en 2024.  Ya dediqué una entrada en el blog de la OEPM a las patentes relacionadas con las primeras incubadoras para bebés prematuros y sobre todo a su exhibición en parques de atracciones como una atracción más para el público. Las siguientes fotografías corresponden a la exhibición de incubadoras en la feria mundial de Nueva York de los años 1939-40.

Tanto la jaula para bebés como estas exposiciones de incubadoras muestran que las invenciones son un claro reflejo de las sociedades en las que se generan y unas pocas décadas después de su generación deben ser contempladas con distancia, teniendo en cuenta su contexto histórico y social.

Leopoldo Belda Soriano

One thought on “LA JAULA PARA BEBÉS: UNA INVENCIÓN DE ANTAÑO

Leave a comment