EL THEREMIN: MÚSICA, INVENCIONES, PATENTES Y ESPIONAJE

Esta nueva entrada puede ser una “continuación en parte” de aquella que trataba de la C.I.A y las patentes. También combina las patentes y el espionaje, sin embargo, este “lado oscuro” puede considerarse un elemento secundario en esta ocasión. Quien tiene el papel principal es el instrumento “Theremin”. Se trata de un instrumento musical electrónico que se puede interpretar sin contacto físico alguno: El intérprete del Theremin se pone de pie enfrente del instrumento y desplaza sus manos cerca de dos antenas de metal. El tono viene determinado por la distancia a la que se encuentre una mano de una de las antenas y la distancia a la que se encuentre la otra mano de la otra antena controla el volumen. Las notas más altas se consiguen acercando la mano a la antena del tono. Las notas más fuertes se obtienen alejando la otra mano de la antena del volumen.

Alexandra Stepanoff interpretando el Theremin en la NBC en 1930.

A continuación se puede observar un esquema del instrumento:

Fuente: Wikipedia

Su inventor fue Lev Sergeyevich Termen (1896-1993). Nació en San Petersburgo y era un estudiante muy dotado para la electrónica. Cuando aún estaba en el colegio ya tenía su propio laboratorio eléctrico en casa. En 1920, cuando estaba tratando de crear el primer detector de movimiento, acabo diseñando un dispositivo que generaba sonido con diversos tonos al darse cuenta de que el tono del sonido cambiaba cuando sus manos se movían alrededor de dicho dispositivo. Había inventado el “Theremin” que inicialmente se conoció como “Termenvox” en Rusia.

Parece ser que los soviéticos lo enviaron al extranjero, primero a Alemania y luego a los EE. UU. para que vendiera sus inventos, y de ese modo obtuviera ingresos económicos y conocimientos tecnológicos para la Unión Soviética. Por ello patentó las que eran sus dos invenciones en ese momento: el Theremin y un dispositivo conocido como “el radio vigilante”, una especie de alarma basada en la detección del movimiento. Se utilizó esta tecnología para desarrollar un sistema de alarma que se implantó en algunas prisiones estadounidenses. Al vivir allí occidentalizó su nombre, transformándolo en Leon Theremin.

Su invención más valiosa, el Theremin, se patentó en varios países: Los EE. UU.
(US1661058), Alemania (DE567233C) y España (ES115848), (ES115422) entre otros.

Figuras de la patente US1661058 y la primera página de la patente DE567233C

La alarma conocida como “el radio vigilante” o “aparato de señalización” se patentó en los EE. UU. (US1658953) y en Alemania (DE540745C).

Figuras de la patente US1661058 e introducción de la invención

Ha sido posible acceder a los expedientes de las patentes españolas del Theremin que se encuentran en el Archivo Histórico de la OEPM. El Theremin se protegió en España mediante la patente ES115422 de título “Disposición para la emisión o recepción de alta frecuencia y para reproducir sonidos”. El solicitante era la compañía norteamericana “Theremin Patents Corporation”. El Registro de la Propiedad Industrial remitió una carta de defectos reclamando al solicitante que indicara el nombre del inventor. Finalmente, el agente proporcionó dicho nombre. Es curiosa la ortografía con la que se escribió y también el hecho de que se indicara que su nacionalidad era suiza, algo que no parece muy creíble.

Con el fin de justificar que se estaba explotando la invención y de ese modo evitar que la patente caducara debido a una falta de explotación comercial , el agente de la propiedad industrial remitió un certificado donde se afirmaba que la invención se estaba fabricando en Valencia por D. Emilio Carretero, el cual había obtenido una licencia de Hermann M. Rahme, director del laboratorio europeo autorizado para la fabricación del Theremin. En este anuncio que se reproduce a continuación y que se publicó en un diario en alemán de Estonia, Hermann M. Rahe aparece como el Director Técnico de un concierto de Theremin donde varios de estos instrumentos intervenían interpretando obras de Rubinstein, Chopin, Grieg y Verdi. El concierto se anunciaba como ” la maravilla musical más grande de nuestro tiempo”:

Reivindicación independiente 1 de la patente española
ES0115422 sobre el Theremin
Figura de la patente española
ES0115422 sobre el Theremin

La patente ES115848 no es una patente propiamente dicha sino una figura peculiar que existía en España en aquella época y que se denominaba “patente de introducción”. Este tipo de patente se concedía sobre invenciones que nunca se habían explotado en España aunque fueran ya conocidas en el extranjero. No otorgaba los mismos derechos exclusivos de la patente “común” pues el titular de la misma no podía impedir la importación del objeto de la patente. En la instancia de solicitud que se encuentra a continuación se indica que el dispositivo ya se había patentado en Francia ( FR612433 ) y en Alemania ( DE443536 ). En esas dos patentes el solicitante era la empresa alemana M.J. Goldberg & Soehne y no había referencia alguna al inventor. Sin embargo, en la solicitud de patente de introducción presentada en España aparecía la empresa “Theremin Patents” como solicitante.

Instancia de solicitud de la patente de introducción
ES115848

En ambas patentes la empresa “Theremin Patents Corporation” actúa representada por el Agente dela Propiedad Industrial Leocadio López, el cual trabajó para agencia “Roeb & cia” en la cual estuvo empleado Arturo Barea (ver una entrada anterior sobre este escritor y profesional de las patentes). Curiosamente, Arturo Barea podría haber trabajado sobre estos expedientes. Si usted no está familiarizado con el mundo de las patentes, podría sorprenderle conocer que los instrumentos musicales también se patentan. En realidad, todas las invenciones en todos los campos de la tecnología se pueden patentar como muestra la Clasificación Internacional de Patentes (CIP) donde hay un símbolo G10H5/08 dedicado exclusivamente a este tipo instrumentos electrónicos y en el cual se encuentran clasificados 93 documentos de todo el mundo:

En esta página web dedicada a una exposición sobre Leon Theremin y sus patentes que tuvo lugar en Madrid en 2017, se puede observar y escuchar al inventor interpretando su invención más popular:

En 1938 Leon se casó con una mujer americana tras haberse divorciado de su primera esposa rusa. Se encontraba disfrutando los placeres de la vida burguesa cuando unos agentes soviéticos lo secuestraron y lo llevaron de vuelta a la Unión Soviética donde fue internado en un campo de concentración para que trabajara bajo las órdenes de los servicios secretos soviéticos en el desarrollo de dispositivos de espionaje. No era el único inventor obligado a trabajar en ese laboratorio secreto para la inteligencia soviética. También se encontraban allí otros célebres científicos como Tupolev y Korolev. Es aquí donde esta entrada se encuentra vinculada a la anterior sobre la C.I.A y las patentes. Allí me refería a un documento donde se revelaba que el Departamento de comunicaciones de la C.I.A quería hacerse con un dispositivo sobre el que se habían presentado dos solicitudes de patente. Aunque no se proporcionan muchos detalles , podría especularse que se trataba de algo similar al dispositivo inventado por Leon Theremin y conocido como “la cosa”. Ese conocimiento tecnológico que le había permitido inventar el Theremin le posibilitó el diseño de un dispositivo de espionaje muy avanzado para la época. También se dice que en esos años inventó un micrófono de infrarrojos que se denominó “Buran”.

“La cosa” consistía en esencia de dispositivo de cavidad resonante pasiva que constaba de una antena y un pequeño cilindro. Un extremo del cilindro era sólido y el otro extremo estaba formado por un diafragma muy delgado. El funcionamiento era bastante simple: Los agentes soviéticos se encontraban en el interior de una furgoneta en las cercanías de la embajada de los EE. UU. en Moscú. Desde allí apuntaban sus ondas de radio hacia “la cosa” y estas ondas se recibían por parte de la cavidad resonante en el interior del cilindro , provocando que el diafragma se moviera, dando lugar a un micrófono de condensador que emitía a una frecuencia que era múltiplo de la frecuencia excitante. Las ondas emitidas por el micrófono eran recibidas por los agentes situados fuera de la embajada. Ese tipo de micrófono ya se había divulgado en una patente publicada en 1941 US2238117 , cuyo solicitante era la RCA; la misma compañía que había fabricado el Theremin. Dado que Leon Theremin había trabajado en los EE. UU. en los años 30, podría haber conocido esa patente, lo que habría constituido otro ejemplo de patentes cuya divulgación no es beneficiosa para la sociedad.

Figura de la patente US2238117 en la que se podría haber inspirado Theremin para diseñar “la cosa”

La pregunta obvia que es preciso responder a continuación es: ¿Cómo llegó ese micrófono emisor a la embajada de los EE. UU. en Moscú? La artimaña empleada fue tan inteligente como el dispositivo mismo. Una vez había concluido la Segunda Guerra Mundial, un grupo de escolares obsequió al embajador de los EE. UU. en Moscú con un regalo. El presente era un escudo de los EE. UU. grabado en madera y dentro del cual se había ocultado “la cosa”. El escudo se colgó en una de las paredes del despacho del embajador. El micrófono no se descubrió hasta 1952 y por pura casualidad; un radio-operador de la embajada británica estaba revisando las frecuencias de radio moscovitas cuando oyó voces que hablaban inglés con un acento norteamericano inequívoco. Ello llevó a la identificación del dispositivo. Una vez descubierto, los estadounidenses lo mantuvieron en secreto hasta 1960, cuando se reveló en una de las reuniones que se desarrollaron en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas como consecuencia del derribo del avión espía norteamericano U2 que sobrevolaba territorio de la Unión Soviética. El objetivo era mostrar que los soviéticos también les espiaban a ellos.

Leon Theremin fue liberado en 1947. A continuación siguió trabajando para la KGB hasta 1966 cuando comenzó a trabajar como profesor en el Conservatorio de Moscú y posteriormente como profesor de física. Durante este último período llevó a cabo tareas de investigación.

Para finalizar, les invito a escuchar esta interpretación de “Una vez en el oeste” donde Katica Illény ejecuta el Theremin. Espero que puedan apreciar la belleza misteriosa de este peculiar instrumento.

Leopoldo Belda Soriano

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