Política, políticos, invenciones y patentes

Estamos acercándonos a unas semanas que en España estarán muy marcadas por la política; elecciones generales el 28 de abril, ese mismo día elecciones autonómicas en Valencia, y el 26 de mayo elecciones municipales en toda España, elecciones autonómicas en gran número de comunidades españolas (todas excepto en Cataluña, el País Vasco, Comunidad Valenciana y Galicia) y la misma jornada elecciones al parlamento europeo en toda la Unión Europea.

Es este , por tanto, un momento oportuno para abordar la relación entre la política, los políticos, las invenciones y las patentes, aunque siempre tratando de mantener la equidistancia.

Cuando nos referimos al mundo de las patentes, la referencia histórica viene representada por los EE. UU. totalmente pioneros en este tema, lo cual se pone de manifiesto en la mayor cultura que sobre el mundo de las patentes poseen sus ciudadanos. Quizás esa mayor consciencia de la existencia de las patentes tenga que ver con la temprana implicación de sus políticos en el mundo de las patentes:

Thomas Jefferson, tercer presidente de los EE.UU. era inventor aficionado. Inventó una estantería giratoria, un reloj accionado por la fuerza gravitatoria, un pedómetro perfeccionado, una mejora en polígrafos (dispositivos para duplicar documentos durante su elaboración) y un tipo de arado. En realidad puede ser considerado el primer examinador de patentes de la historia de los EE. U.U. y quizás del mundo.

Thomas Jefferson by Charles Willson Peale –

Se cree que fue él quien examinó la primera patente de los EE. UU. , la US01, concedida el 31 de julio de 1790. Ese año sólo se presentaron dos solicitudes de patentes, pero en 1791 comenzó a dispararse el número de solicitudes y Jefferson que se convertiría en presidente de los EE.UU en 1801 tuvo que abandonar el puesto de examinador por ser incompatible con sus otras tareas de gobierno, desempeñando la labor de examen de patentes funcionarios a su cargo hasta que en 1802 se fundó la Oficina de Patentes Norteamericana (USPTO). Thomas Jefferson puede considerarse uno de los pioneros en la identificación del concepto de “actividad inventiva”: En una de sus cartas, al comparar una invención consistente en una serie de cubos para extraer agua de un pozo con un dispositivo similar conocido en Egipto desde la antigüedad, señaló: “but it is the principle, to wit, a string of buckets, which constitutes the invention, not the form of the buckets, round, square, or hexagon; nor the manner of attaching them, nor the material of the connecting band, whether chain, rope, or leather”, es decir, ya en los primeros tiempos de las patentes, Thomas Jefferson señalaba que la invención no estaba en la forma de los cubos ni en el tipo de material que se empleara, ya fuera una cadena, una cuerda o cuero.

Primera patente concedida en los EE. UU. Probablemente examinada por Thomas Jefferson

Abraham Lincoln fue el decimosexto presidente de los EE.UU desde 1861 hasta su asesinato en 1865. Sin duda se trata de uno de los más populares de la historia estadounidense y sí, también fue inventor. Durante su adolescencia y juventud navegó con frecuencia a lo largo del río Missisipi y en alguna ocasión llegó hasta Nueva Orleans desde Illinois donde residía. Con frecuencia se encontraba con el problema de que el barco encallaba debido a la existencia de bancos de arena. De hecho cuando comenzó su carrera política uno de sus principales objetivos era mejorar la navegabilidad del río Sangamon, afluente del río Illinois que a su vez desemboca en el Missisipi. Lincoln trató de diseñar un sistema que permitiera a los barcos que surcaban esos ríos superar los bancos de arena, sin necesidad de emplear la tremenda fuerza bruta que normalmente y como había contemplado, era necesario aplicar. Ideó un barco con un sistema de flotadores que se podían inflar cuando fuera necesario para poder superar sin tanto esfuerzo los bancos de arena. La solicitud de título “Buoying Vessels over Shoals” y número US6469 la presentó en 1847 aprovechando su estancia en Washington como representante en el congreso. La patente se concedió el 22 de mayo de 1849. En aquella época era preciso presentar un modelo de la invención junto con la solicitud, modelo que se ha conservado y se encuentra en uno de los museos de la “smithsonian institution”. Nunca se llegó a fabricar y los expertos opinan que probablemente no funcionaría. Abraham Lincoln siempre se sintió atraído por las invenciones y las patentes, trabajó como abogado en algún litigio relacionado con las mismas y dio una famosa conferencia sobre el tema  especialmente recordada por su final: “The patent system added the fuel of interest to the fire of genius”.

Figura de la patente de Abraham Lincoln: US6469

Respecto a esta patente resulta curioso señalar que a diferencia de lo que ocurre en los documentos de patente de la época, no figura la firma de Lincoln, pues parece que fue recortada por un coleccionista de “autógrafos” que tuvo acceso al documento en la USPTO.

A continuación tienen un fragmento de un discurso de Abraham Lincoln donde hace referencia a la importancia de las patentes en el fomento del progreso tecnológico:

“Next came the Patent laws. These began in England in 1624; and, in this country, with the adoption of our constitution. Before then [these?], any man might instantly use what another had invented; so that the inventor had no special advantage from his own invention. The patent system changed this; secured to the inventor, for a limited time, the exclusive use of his invention; and thereby added the fuel of interest to the fire of genius, in the discovery and production of new and useful things.” (Luego vinieron las leyes de patentes. Comenzarón en Inglaterra en 1624; y, en este país, con la adopción de nuestra constitución. Antes cualquier hombre podía usar inmediatamente lo que otro había inventado; por tanto el inventor no obtenía ninguna ventaja especial de su propia invención. El sistema de patentes lo cambió; le aseguró al inventor, durante un período limitado de tiempo, el uso exclusivo de su invención ; añadiendo de ese modo el combustible del interés al fuego del genio, en el descubrimiento y fabricación de cosas nuevas y útiles.)

Otros políticos estadounidenses que también fueron inventores son: Benjamin Franklin (inventor prolífico; pararrayos, gafas bifocales entre otros), aunque no vivió la época de las patentes, Peter Cooper (candidato a la presidencia de los EE. UU. e inventor de un tipo de locomotora de vapor) y John Deere (inventor del arado de acero pulido y fundador de la conocida compañía de maquinaria agrícola),

Konrad Adenauer (05/01/1876 – 19/04/1967) fue el primer canciller de la República Federal Alemana tras la guerra, desde 1949 a 1963. Fue también el líder de la CDU (Unión Democrática Cristiana), uno de los principales partidos alemanes desde entonces. Lideró a la Alemania Occidental desde la ruinas de la guerra a una época de prosperidad económica. Además de ello, mostró una gran capacidad inventiva y algunas de sus invenciones fueron protegidas mediante patente. Konrad Adenauer fue por ejemplo inventor de las “salchichas de soja”. Adenauer era el alcalde de Colonia durante la primera guerra mundial y debido al bloqueo británico, la ciudad estaba sufriendo escasez de alimentos y hambre. Adenauer comenzó a investigar posibles sustitutos de los alimentos que escaseaban. Uno de ellos era la carne, a la que propuso sustituir con soja. A estas salchichas se las llamaba “Friedenswurst” o “salchichas de la paz”. Se dice que presentó una solicitud de patente ante la Oficina de Patentes Alemana pero que la patente no fue concedida porque iba en contra de las regulaciones alemanas en relación al contenido de las salchichas. Paradójicamente, la patente fue concedida por el enemigo, por Gran Bretaña, en 1918 con el número GB131402A.

Se trataba de un relleno de salchicha compuesto de carne y harina de soja. También en la misma época inventó un nuevo tipo de pan negro del Rin en el que se añadía a la harina un aditivo a base de harina de soja. La invención obtuvo una patente en Alemania de número DE296648 y en Austria de número AT74310. Asimismo inventó un procedimiento para mejorar la conservación de salchichas y otros productos cárnicos mediante la adición de soja, que fue protegida en Francia mediante la patente de número FR516924.

Entre las dos guerras mundiales siguió desarrollando una gran actividad inventiva, aunque no presentó patentes: una ventana con luz interior y espejo para ver cómo se encuentran las rebanadas de pan dentro de una tostadora, un rastrillo con cabeza de martillo incorporada, una alcachofa de ducha de fácil limpieza, una boquilla para mangueras y un artefacto para eliminar insectos mediante electricidad entre otros:

Otros inventos de Konrad Adenauer

Si hablamos de patentes, política y Alemania, es inevitable hacer referencia al asunto de las “patentes que financiaron las SS“. La patente en cuestión es la de número DE670226C, solicitada por Anton Loibl (miembro de las SS y chófer de Hitler) y fue concedida por la Oficina de Patentes alemana a pesar de no cumplir con los requisitos de patentabilidad bajo presiones de Himmler. Posteriormente y con el fin de asegurar los ingresos para las SS, se decretó que la utilización del objeto de la misma (unos reflectantes para pedales de bicicleta) fuera obligatoria en toda Alemania. Los ingresos se utilizaron para financiar  la Ahnenerbe (un instituto de estudios arqueológicos de las SS) y la Lebensborn (una asociación dedicada a la promoción de la llamada “raza aria”). La empresa que explotó la patente empleó “trabajo esclavo” y prisioneros de campos de concentración. En este artículo del diario “Der Spiegel” de 1963, se afirma que todavía en la década de los sesenta era obligatorio que las bicicletas de la policía de la República Federal Alemana llevaran instalados esos reflectores en los pedales.

En Francia, la relación que he encontrado entre la política y las patentes también se sitúa en los turbulentos años de la segunda guerra mundial. Sobre ello escribí con mayor detalle en una entrada publicada por el blog de la OEPM titulada “Patentes: Ocupación, Colaboración y Depuración“. El ingeniero civil y empresario Pierre Louis Brice inventó un depósito fabricado en hormigón para combustibles líquidos, en el que se hacía circular agua por una instalación de canales que recubrían las paredes interiores del depósito, permitiendo el almacenamiento en contenedores de hormigón de los hidrocarburos, haciendo posible que todo el acero disponible se empleara en armamento. Su error fue la obtención de una patente alemana sobre la invención, la de número DE730477.

Figuras de la patente DE730477

Una vez liberada Francia, comenzaron los procedimientos llamados de depuración, para castigar la colaboración con los ocupantes. La primera medida contra Pierre Louis Brice fue una instrucción que le llevó a dimitir de sus cargos en la” Cámara sindical de constructores en hormigón” y en la “Federación Nacional de Trabajos Públicos”. También se le prohibió formar parte de consejos de administración y se sancionó a la empresa con 4 millones de francos. Sin embargo, ya en 1947, la empresa había reanudado su actividad, llegando a realizar importantes trabajos en el puerto de Dunquerque. En 1948 se archivó la demanda contra Brice, pero 5 meses después aparecieron en la prensa informaciones sobre posibles presiones de dirigentes empresariales para que se realizara dicho archivo, todo ello coincidiendo con la represión de una huelga de mineros, lo que llevó a que el diputado Emmanuel d’Astier de la Vigerie declarara en la asamblea francesa:

“Les hommes qui ont amassé des fortunes grâce à la collaboration jouissent maintenant pour une bonne part tranquillement de leur trahison tandis que le gouvernement, indulgent aux collabos, a mené une politique de répression scandaleuse contre la classe ouvrière¨.

«Los hombres que han amasado fortunas gracias a la colaboración, disfrutan ahora tranquilamente en gran parte de su traición mientras que el gobierno, indulgente con los colaboracionistas, ha aplicado una política de represión escandalosa contra la clase obrera.”

Se creó una atmósfera hostil al gobierno que terminó con a la dimisión del ministro de justicia André Marie el 3 de febrero de 1949. Ello también provocó que el Ministerio de Obras Públicas suspendiera la participación de la empresa Sainrapt et Brice en adjudicaciones del ministerio. Un mes más tarde hizo lo mismo el Ministerio de la Reconstrucción y del Urbanismo.

En Japón la relación entre invenciones, patentes y políticas no viene representada por un inventor que llegó a político sino que además fue agente de patentes. Se trata de Naoto Kan que tras obtener su diploma en el Instituto de Tecnología de Tokio, se convirtió en agente de patentes en 1971. Como en tantos otros casos, él mismo fue inventor, presentando en 1973 una solicitud de patente sobre una máquina diseñada para calcular la puntuación dentro del complicado sistema de tanteo del juego Mahjong. Sin embargo, Naoto Kan pasó a ser mundialmente conocido cuando se convirtió en primer ministro de Japón desde el 08/06/2010 al 02/09/2011 tras haber ocupado los puestos de ministro de finanzas, ministro de economía, ministro de sanidad  y de ciencia y tecnología. Ostentaba el puesto de primer ministro durante el terremoto y tsunami que asolaron el nordeste de Japón el 12 de marzo de 2011.

En México tenemos a Herberto Castillo, candidato en 1988 a las elecciones presidenciales mexicanas por el PSM (Partido Socialista Mexicano), ingeniero e inventor de la tridilosa, una estructura mixta de acero y hormigón, muy ligera, con gran ahorro de hormigón y utilizada en numerosas construcciones, especialmente puentes. En la base de datos Espacenet se han encontrado tres documentos de patente en los que Heberto Castillo figura como inventor , todos ellos muy posteriores a la fecha en que se invento la tridilosa (1966). Castillo definía a la tridilosa como una estructura socialista, ya que cada uno de sus elementos trabajaba con base a sus necesidades y aportaba según la necesidad.

Tridilosa (Techo de la Terminal del Norte, México) Fuente: https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2416985

En España tuvimos durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX un buen número de inventores que fueron políticos o políticos que también inventaron. Se puede citar entre otros a:

Juan de la Cierva Codorníu , diputado en 1919 y 1922 e inventor del Autogiro.

Patente ES74322 sobre el autogiro

Narciso Monturiol , uno de los inventores del submarino y seguidor de la corriente socialista utópica de los icarianos.

Planos del ictineo II de Isaac Monturiol Fuente: https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3301340

Federico Molero Giménez fue un ingeniero, físico e inventor que también tuvo actividad política como miembro del Partido Comunista Español. Jugó un papel vital para asegurar al suministro de agua a Madrid durante la Guerra Civil. Terminada la contienda, se marchó a la Unión Soviética donde prosiguió su actividad inventora, obtuvo varias patentes sobre invenciones relacionadas con la energía solar y destacó en ese campo, llegando a ser director del Instituto de Energía Solar de la Academia de Ciencias. En 1966 regresó a España, donde participó en los inicios del Transvase Tajo-Segura y falleció en 1969 tras haber montado un enorme taller para la explotación de la patente ES0348932 cuyas figuras se ofrecen a continuación y que se refieren a la construcción de canales prefabricados de grandes dimensiones:

Figuras de la patente ES0348932

Emilio Herrera fue presidente del Gobierno de la República en el exilio (1960 – 62) pero además ingeniero militar e inventor. Inventó una “escafandra astronáutica”, uno de los primeros antecedentes de los trajes espaciales, como parte de un proyecto para estudiar la estratosfera mediante ascensión en globo. Sin embargo, el proyecto, así como su trayectoria científica se vieron frustrados por el comienzo de la Guerra Civil española en 1936. En el archivo histórico de la OEPM figura como inventor en dos patentes, ambas relacionadas con la aeronáutica: la de número ES127649 y título “Instrumento calculador de características de aviones” y la número ES080315 de titulo “Un perfeccionamiento en los postes de anclaje para globos dirigibles”., una de cuyas figuras se ofrece a continuación:

Figura de la patente ES080315 (Fuente: Museo Virtual de la OEPM)

Fernando María de Ybarra de la Revilla fue empresario y diputado por la Liga de Acción Monárquica y por el Partido Conservador, pero además fue inventor y como tal figura en varias patentes relacionadas con los altos Hornos, donde desarrolló su actividad empresarial. Fue fusilado en Bilbao en los comienzos de la Guerra Civil.

En los turbulentos años 20 y 30 tuvieron lugar algunos escándalos de índole política donde estuvieron involucradas en cierto modo las patentes. En la entrada que dediqué a “La forja de un Rebelde” hacía referencia a la supuesta patente que el Duque de Hornachuelos obtuvo gracias a presiones políticas, aunque la invención, simplemente la adición de publicidad a cajetillas de cigarrillos, no era patentable.

Un escándalo político de grandes proporciones y que provocó una crisis de gobierno en la Segunda República, con la dimisión de Lerroux, fue el del estraperlo, en el que la variante de ruleta conocida con esa denominación, que además pasó al diccionario de la RAE como término para referirse al mercado negro de los años de la posguerra, estaba patentada. Pueden ampliar la información sobre la patente y el escándalo político en la entrada que escribí para el blog de la OEPM.

Patente ES140381 sobre la Ruleta Estraperlo

Asimismo, el año pasado conocimos gracias a la novela de Ignacio Martínez de Pison “Filek, el estafador que engañó a Franco” las andanzas de Filek, un personaje proveniente del Imperio Austro Húngaro que llegó a estafar a Franco, logrando que se publicara en el BOE en 1939 un decreto declarando urgentes las obras para la construcción de unas instalaciones donde se iba a producir una supuesta gasolina que se obtenía de agua del Jarama, gasolina cuya fórmula estaba patentada.

Reivindicación de la Patente ES139867 sobre la composición de una gasolina obtenida a partir de agua y la fermentación de diversos vegetales.

Es cierto que actualmente no es tan común conocer que algunos políticos se dedican a la invención o que hayan figurado como inventores en patentes. Probablemente, ello se deba a la mayor especialización de ambos oficios, tanto el de inventor, que a menudo es difícil desempeñar de forma individual sino que es más común que los inventores se encuentren en el seno de equipos de científicos o grandes empresas, así como de la política, que probablemente requiere una mayor dedicación.

De cualquier modo, hace unos meses, se mencionó que un político del Partido Popular, en concreto, su actual secretario general, Teodoro García Egea, había elaborado una tesis doctoral que era reacio a divulgar porque podría ser la base de alguna patente sobre robótica.

Tras este recorrido histórico sobre políticos que fueron inventores y patentaron sus invenciones y sobre patentes que jugaron algún papel en la política de los últimos dos siglos, no queda más que esperar a los resultados de las próximas elecciones y comprobar qué cambios pueden aportar a la situación actual en materia de patentes. Indudablemente, el tema relacionado con las patentes en el que la política podría influir más claramente es el de la posible incorporación de España a la llamada “Patente Europea con Efectos Unitarios” y su correspondiente Tribunal Unitario de Patentes o UPC. España no se ha incorporado a la misma ni con un gobierno del Partido Popular ni con uno del PSOE. Si a ello unimos la incertidumbre causada por el Brexit respecto a la permanencia del Reino Unido en el proyecto y la provocada por la falta de resolución de un recurso presentado al Tribunal Constitucional alemán, no es probable que se produzcan cambios en relación con el proyecto a corto o medio plazo, independientemente del resultado electoral.

Asimismo, estoy seguro de que hay muchos más casos de inventores que se aventuraron en la política y de historias donde las patentes se vieron mezcladas con la política de algún modo. Si conocen alguno de ellos les animo a que los divulguen mediante un comentario y podré incorporarlos en versiones futuras.

In English

Leopoldo Belda Soriano

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